Esta simpática (y políticamente correcta) frase me la robé del messenger de Aisha, una compañera de trabajo. Y en este caso es sumamente adecuado, puesto que en Montreal, como en cualquier ciudad cosmopolita, el festejo de invierno, puede tener cualquier nombre. Desde hace un mes estamos preparándonos para los festejos de invierno y viendo una simpática invasión de Santa Claus, renos, monitos de nieve (cualquier cosa de nieve, en realidad), etcétera.
No importa si festejas Yule, Navidad, Hannukkah, Kwanzaa, o simplemente el tiempo libre de final de año. Creo que lo importante es festejar el año que pasó y los retos que vivimos. Festejar que estamos vivos y que el mundo sigue teniendo esperanza, que la Paz y el Amor siguen entre nosotros.
Nuestras bendiciones para ti y los tuyos y que el próximo año sea un año de abundancia, prosperidad y felicidad.
El primer Starship de tercera generación de SpaceX revienta en la
plataforma de pruebas
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Este año sigue siendo un tanto aciago para el programa Starship de SpaceX:
hace unos días *reventó el tanque de oxígeno de la primera etapa conocida
como...
Hace 12 horas.
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