martes, abril 28, 2009

El Metro de Montreal

El día 15 de marzo tuve la oportundidad de conocer por dentro el Metro de Montreal. Era un domingo soleado y decidí salir a comprar todo para preparar chorizo y barbacoa, platillos básicos para un buen almuerzo mexicano. Pasaba de la 1.00 pm y el metro estaba bastante lleno (es decir, todos los asientos ocupados y unas 5 ó 6 personas alrededor del tubo central de cada isla).


Todo estaba tranquilo hasta que el metro se detiene entre la estación Berri-Uqam y la estación Sherbrooke. Pasaron unos minutos, cuando se escuchó la odiada voz que informa que, debido a un problema técnico hay un "ralentissement de service sur la ligne orange..." etc.

Por algún motivo que desconozco, esto sucede con frecuencia en esta hermosa ciudad. En cualquier momento y con cualquier duración, el servicio se detiene para reanudarse 1 minuto después o un par de horas, sin que esto inmute a la gran mayoría de los usuarios.

De pronto se apagan las luces. Eso es señal de que las cosas no van tan bien, pero es algo que sucede ocasionalmente. Finalmente, el metro se echa en reversa unos metros. Esto sí que no me había tocado vivirlo. Y se detiene de nuevo. Y sigue detenido durante interminables minutos, alternando entre el encendido y el apagado de las luces y los famosos mensajes del retraso para reanudar el servicio. Estas técnicas de tortura posmoderna solo hacen que los montrealenses, impasibles, se sienten cómodamente en el piso, charlen animadamente y traten de ver por la ventana a la oscuridad total.

Alguna gente cede el asiento a las personas mayores, otros tratan de calmar a los bebés que son más ansiosos, y solo una chica, en mi vagón, se ve claramente molesta: abre y cierra su celular repetidamente.

Finalmente, después de una hora de las primeras maniobras, se empieza a escuchar alboroto en los vagones contiguos. De pronto, vemos pasar a los empleados de la STM que están sacando a la gente de los vagones, comenzando por el último. Esta maniobra tarda un rato también, pero la gente parece más tranquila al ver la maniobra de evacuación.

El empleado que abre nuestra puerta y coloca la escalera para el decenso se disculpa diciendo que es la primera evacuación que le toca vivir. Los que estamos cerca de la puerta ayudamos a las personas mayores o con impedimentos para caminar, a bajar por la escalera portátil.

Un par de jóvenes desesperados bajan de un salto y la gente los mira con condesendencia. Los empleados sin perder la paciencia nos indican por dónde debemos caminar (el centro de la vía, entre los rieles, es terriblemente grasoso). Al llegar a la estación, que estaba a unos cuantos metros del vagón inicial, la gente espera pacientemente.

Hay unos cuantos policías que vigilan al grupo de recién llegados. Todos charlan animadamente. 10 minutos después se reanuda el servicio, en el mismo metro que fué evacuado.

Esto solo me deja las siguientes preguntas:
si ya nos hicieron esperar 1 hora ¿por qué no esperar 10 minutos más y ahorrarnos la molestia de bajar a todos?. Si el metro estaba tan cerca y retrocedió, ¿por qué no dejar que la gente saliera por la primer puerta del primer vagón, que supongo estaba ya en la estación?


En fin, esto me dió la oportunidad de ver cómo se comportan los montrealenses en momentos de "crisis" y conocer por dentro el metro de Montreal.

1 comentario:

Magdelyn dijo...

Vya que experiencia... Aqui en mi país tenemos hace poco un metro pero no he tenido la oportunidad de subirme más de una vez... Pero hasta ahora solo hemos tenido averias de no mas de 10 minutos.