miércoles, enero 14, 2009

La temperatura

Cuando creces en una ciudad donde al primer signo de números negativos en el termómetro los niños no van a la escuela, parece un poco exótico ver que, salvo que la nieve lo impida, la vida sigue como si nada. Hoy por la mañana nos despertamos con -21 grados celsius de temperatura.

Como sé que la ignorancia es felicidad, no quise averiguar cuál era la sensación térmica, así que me salí con un suéter bajo el abrigo y me fui a dejar a Montse a la parada del autobús escolar.
Supongo que el frío era bastante fuerte porque la vecina quebeca que espera con su niña el autobus hoy se cerró el abrigo hasta arriba y llevaba su bufanda puesta (cosa que no siempre hace).

Según el pronóstico, lo peor apenas viene, así que no nos queda más que prepararnos para el fin de semana. :)

lunes, enero 12, 2009

Los Reyes llegaron a Montreal

Y no hablo de la monarquía, obviamente, sino de la tradición de compartir la Rosca de Reyes con colegas y amigos.

Después del éxito obtenido con el Pan de Muerto del pasado noviembre, me aventuré a hornear una Rosca, para traer a la oficina. La tradición del Gâteau des Rois (donde quien obtiene el haba que se encuentra escondida en la rosca es el rey o reina de la fiesta y quien invitará el siguiente año a convidar de la rosca) no parece muy presente en la vida de mis compañeros de oficina, sin embargo, con gusto vinieron a probar la rosca que traje. Esta rosca me salió muy buena y a pesar de seguir (según yo) la misma receta, la otra que hice para compartir el fin de semana con los Canizalez y los Martínez no me quedó tan rica como la esperaba.

Además de esas roscas, compartimos otra con las Montrealísimas el viernes. Solo nos queda esperar unos días para los tamales que Michelle, Isa y Edith nos invitarán... mmm...