martes, noviembre 04, 2008

Un Halloween monstre!


La semana pasada disfrutamos la fiesta de Halloween y a la vez, como ya es costumbre, celebramos con amigos el cumpleaños de Héctor.

En mi oficina, los festejos iniciaron desde el día 30 puesto que hicimos un concurso de calabazas, una reunión en la noche y el día 31 un concurso de disfraces y un concurso de decoración de cubículos.


El equipo que ganó, con el tema de La Muerte, hizo un trabajo estupendo. Los demás equipos estuvieron bien, pero creo que los temas que les tocaron no fueron de ayuda.

La decoración de las calabazas fue un poco complicada para nosotros, particularmente porque en mi equipo (tres mexicanos, un brasileño y una china nacida en Mozambique pero criada en Portugal) no teníamos experiencia en eso de tallar las calabazas.

Nosotros nos fuimos por la tangente y decidimos hacer un Alebrije de puercoespín, mismo que al parecer nos valió el segundo lugar, principalmente por originalidad.

La nuestra fue la única calabaza colorida y la única que no fue tallada. Espero que el próximo año ya tengamos algo más de práctica.



Los concursos de disfraces y de decoración de cubículo fueron ganados por mi, lo que definitivamente me dió mucho gusto.


Ya tenía varios artículos para decorar mi lugar y mi disfraz casi completo, pero me dio por seguir las tradiciones y cambié de opinión en la última semana. Decidí poner un Altar de muertos en honor a mis abuelos y disfrazarme de La Catrina, lo que me valió dos premios, de $25 dlls. cada uno en gift cards de iTunes.



El Altar fue un esfuerzo realmente grande, puesto que hice Pan de Muerto en dos ocasiones: en la primera logré un pan de muy buen sabor, pero no me gustó la forma. En la segunda, lo hice más pequeño y quedó mejor. De sabor no estuvo mal, puesto que mis compañeros se comieron 3 de 4 panes que hice, el último lo respetaron solo porque ya era parte del Altar.



Adicionalmente, me dí a la tarea de hacer calaveras de azúcar, lo que tampoco fue tan sencillo, particularmente porque la única receta que encontré en internet parece no estar correcta. Hice varios intentos y finalmente logré dos lindas calaveras, que por no tener un molde adecuado consumieron más trabajo y azúcar de la esperada.

Y por último, pude constatar que fue semana de premios, Montse ganó su concurso en la escuela con una Planta Monstruo que hicieron entre ella y Héctor con material de reciclado y unas pelotas de ojo compradas en un Dollarama.

Para cerrar la noche, nos reunimos para salir a pedir Halloween con los niños y festejar a Héctor en casa de Aldo y Mónica, donde celebramos con los tres pequeños disfrazados de Oso, Abeja y Gato.
Fue una fiesta muy divertida y aunque no todos nos disfrazamos, nos permite decir que retomamos la tradicional Fiesta de Disfraces de Héctor.

Grito de Independencia


El 15 de septiembre los mexicanos celebramos el día de nuestra Independencia. Es una fiesta muy bonita, tradicional y que nos permite acercarnos a la cultura, aunque a veces el acercamiento parezca más un enfrentamiento.


Consideramos que es importante que Montse se familiarice con las tradiciones culturales de México y una fiesta de este estilo es una magnífica ocasión, por lo que a pesar del frío que ya se estaba sintiendo, nos encaminamos al Fuerte Stuart en el parque Jean Drapeau.


El evento fue muy nutrido, aunque no totalmente de mi agrado. Cómo todos sabemos, la cultura y el dinero no siempre van de la mano. Había una cuota para ingresar, lo cual no me parece del todo correcto puesto que no se si estaría al alcance de todos los mexicanos.
Hubo algunas actividades para los niños, sin embargo, con pocos organizadores, por lo que Héctor tuvo que participar poniendo orden en la fila de la piñata. Me queda claro que el desorden es parte de nuestra forma de ser como mexicanos, sin embargo, me preocupa que los padres pongan el mal ejemplo permitiendo (y fomentando) que los niños se metan a las filas y arriesgándose a recibir un golpe por estar demasiado cerca del niño que trae el palo.
La carpa principal fue lo suficientemente amplia, sin embargo, el espacio para los puestos de comida era sumamente pequeño, por lo que siempre estuvo a reventar. Había una tarima para el espectáculo y unas cuantas sillas que, para no variar, fueron "agandalladas" por familias enteras que se apoderaron de ellas desde hora muy temprana. De los nacos, mejor no hablo. Baste decir que me dió mucha pena ver a mi bandera utilizada cual capa y falda por parte de algunos desorientados, así como algun@s chic@s, trabajadoras de la noche, que al parecer llegaron en ropa de trabajo al evento.
El espectáculo fue similar al del año pasado, con la diferencia de que en esta ocasión, además de la fiesta, se presentaría la tradicional Guelaguetza, que superó con creces nuestras expectativas.
Sin embargo, me temo que los que no estuvimos a la altura, fuimos, como siempre, los del público. La ofrenda de la Guelaguetza incluyó abanicos y portalápices hechos de paja, que provocaron que la gente cercana brincara y se arrebatara los regalos.

Es una pena que una fiesta tan rica y tan tradicional se vea manchada, como es costumbre, por gente, como dirian mis abuelos, sin oficio ni beneficio. Sin embargo, a pesar de todo esto, fue bonito revivir un poco de nuestras tradiciones.

Fiesta de los niños


A finales de agosto fué también la Fiesta de los Niños. En Montreal se celebró en el parque Jean Drapeau y fue un evento muy ameno. El año pasado, gracias a la hospitalidad de Paty y Lucian, fuimos al mismo evento pero en Longueuil, en un parque un poco más pequeño y con menos gente, pero lo disfrutamos de igual manera.
Este año, aunque fue un poco cansado recorrer todo el parque el evento fue divertido. Afortunadamente, después de comer pudimos descansar un rato en los jardines del parque para poder recargar la energía y continuar con el recorrido.


Diferentes agrupaciones se organizan para hacer disfrutar a los niños de música, danza y diversas actividades, tanto lúdicas como artísticas. Sin embargo, debo admitir que lo que más disfrutó Montse fue un delicioso helado.
Hubo talleres para hacer manualidades, carpas con música para bailar, presentaciones de grupos musicales, de teatro, de danza y uno de los lugares más concurridos fue la de la piñata.
Siempre es un placer ver un pedacito de México en una fiesta de este tipo.

Naturaleza


En Montreal siempre hay un tiempo para la recreación y eso es sumamente importante cuando tenemos hijos. Muchas de estas actividades pueden desarrollarse al aire libre y de forma gratuita o con un costo mínimo.
A mediados de agosto llevé a Montse a una sesión en el Jardín Botánico donde hablaron de las mariposas monarca y su recorrido a México.




Fue al aire libre, donde liberaron algunas de las mariposas criadas en el Insectarium. Las mariposas se dedicaron a volar por ahí y luego emprendieron su viaje.


Montse aprovechó también para darse una vuelta por el Jardín de Rosas y disfrutar los últimos días del verano.
Este jardín se ve precioso en esa época, cuando las rosas de diferentes especies y colores florecen y atraen las miradas de los visitantes.