Easter-eggs hunting 2a parte

Montse estuvo desde hace semanas esperando la fecha, preparándose para la búsqueda de huevos de pascua. Compramos una bolsa para ella y aunque decidimos no salir, la búsqueda en la casa fue un éxito total.

Desde muy temprano se levantó y encontró un huevo cerca de su almohada. Buscó rápidamente en su habitación y siguió en la sala y la cocina. Afortunadamente se abstuvo de buscar en nuestra recámara, por lo que mi sueño continuó hasta las 8. A esa hora ya había encontrado 13 huevos con dulces, calcomanías (mmm... me pregunto si esta es la palabra adecuada), pelotas y otros juguetes. Y como es habitual en ella, esperó a que yo estuviera despierta para preguntar si podía comer dulces antes de desayunar. El resto del día se fue en seguir buscando huevos, comer dulces, ver un par de películas y jugar. Nos repitió varias veces que estaba feliz por lo que el Conejo de Pascua había dejado en la casa y el día transcurrió sin tropiezos. En la tarde, vimos la película de "Willy Wonka y la fábrica de chocolate", que una vez comparada con la versión moderna de dicha película, pierde mucho de la magia de ese momento. Ahora, la falta de efectos especiales nos parece terrible, sin embargo, cuando niños, probablemente la disfrutamos de igual forma que nuestros hijos disfrutan la versión más reciente. Las ilusiones de una fábrica de dulces como la de Willy Wonka, alcanzan para crear un mundo mágico.

Desfile de San Patricio 2

El clima estaba mucho mejor, ese día amanecimos a -2 y se esperaba que subiera un poco más la temperatura, la nieve se estaba derritiendo. Aquí estamos Montse y yo con nuestros amigos: Lucian, Paty y su hijo Alex.

No podía faltar el carro con jugadores de hockey, el deporte que enloquece a los montrealenses. Participaron también las diferentes agrupaciones de ayuda en sus diferentes carros. Vimos organizaciones religiosas, carros de las diferentes familias irlandesas en Montreal, bandas de música, bandas de gaitas, etcétera.

Algunos de los carros alegóricos o temáticos fueron realmente elaborados. La gente estuvo muy animada, cantando, bailando y gritando. Muchos de esos carros llevaban bandas de música o bailarines.

No nos quedamos hasta el final del desfile, porque ya estábamos un poco cansados y con algo de frío. Nos fuimos a comer a un centro comercial ahí cerca.

En resumen, muy divertido, muy tranquilo y a pesar del alcohol, muy seguro.

Easter-eggs hunting in Montreal

Hola a todos!

Me estaba preguntando si alguien sabe de (o le interesa) una reunión para la búsqueda de los huevos de Pascua? En mi familia siempre ha sido una tradición y Montse ya está preguntando si se va a organizar algo.

Por favor, si les interesa que nos reunamos en algún restaurante (considerando que no sería muy agradable buscarlos entre la nieve), díganme.

Sería para el día 23 de marzo, por la tarde.

Desfile de San Patricio

El domingo fue el Desfile de San Patricio. Por la calle Sainte Catherine, desde Fort hasta Saint Urbain se dieron cita aproximadamente 300,000 irlandeses, de sangre o espíritu (como nosotros) para festejar el desfile que se hace ininterrumpidamente en Montreal desde hace 184 años.

Como siempre, el orden y la seguridad de este tipo de eventos no deja de sorprenderme. Particularmente, porque las bebidas empezaron a circular desde el viernes o sábado y el espíritu etílico estaba en su esplendor. La gente podía beber en la calle, por lo que sinceramente me esperaba algunos disturbios, pero lo más "violento" que vimos fueron unos chicos que estaban atrás de nosotros y que al parecer ya tenían rato discutiendo, aunque en las más de dos horas que estuvimos ahí, apenas los notamos.

Lo más divertido, como siempre, es el show que protagonizan los borrachos. En esta ocasión una agradable dama de unos 38 años, que desde que dió inicio el desfile besó, abrazó y acompañó indiscriminadamente a cuanto participante tuvo a la mano.

Abrió el desfile una gran figura de San Patricio, acompañado por la rubia que a todos quiso. Ella fue la que organizó porras, gritos y demás. Nos dimos cuenta que no era mexicana porque le falto hacer la ola y gritar "Viva San Patricio, cab..." pero fuera de eso, todo lo demás lo hizo, supongo que viajó previamente a México para algún curso intensivo con los Libres y Lokos o algo así.

Posteriormente vimos pasar una banda de gaiteros (Pipes and Drums of The Black Watch (RHR) of Canada) que tocaron realmente bien. Les siguieron las diferentes autoridades, los organizadores del desfile, la Real Policía Montada, las agrupaciones de irlandeses, las bandas de música, entre otros.

Algunos desfilaron a pié (todo un logro considerando la edad y poca condición física de muchos), otros en limusinas, autos, carruajes y demás.

Aquí podemos ver a nuestra etílica amiga, quien ya para ese momento había robado cámara suficiente para hacer su propio show y besado a tanto irlandés, que ya había comenzado a tomar un lindo color verde.

Hubo carros de universidades, periódicos, estaciones de radio, Caballeros de Colón y claro está, los carros de los famosos Pubs que traían una muestra representativa del público del mismo desfile. Muchas personas en diversas etapas de embriaguez, cantando, aplaudiendo, bebiendo y saludando.

Continuará cuando la computadora me lo permita.

Princesas

El día 7 de marzo celebramos la "semaine de relache", es decir, las vacaciones que en México equivalen al período de Pascua, yendo a ver el show de Princesas de Disney sobre hielo.

Este evento, como casi todos los eventos públicos, estuvo enmarcado por el orden, la seguridad y

el frío.

Decidimos que iríamos Montse y yo con su amiga Natasha, y hacer una noche de chicas.

Les compramos unas coronas para que lucieran en el evento, ya que aunque todo fuera climatizado me parecía mejor que usaran abrigo y pantalones para nieve que el vestido adecuado a la ocasión. Las niñas se portaron muy bien, disfrutaron y se emocionaron con las diferentes historias de las Princesas. El espectáculo fue muy bonito y la coreografía digna de admirarse.

Descubre Montreal

Lo bueno de vivir en una ciudad turística es que puedes encontrar lugares lindos y vida cultural a la vuelta de cada esquina.

En esta ocasión fuimos al Planetario, que, comparado con el de Monterrey, es realmente muy pequeño. Tiene solo la sala de exhibición y un pasillo circular alrededor de la misma. Además, algunos salones y la tienda de souvenirs. Sin embargo, la proyección de las constelaciones vale la pena. Me dice Héctor que ya está en planes la modernización del mismo.

Esta es una excelente manera de introducir en los niños el gusto por la ciencia, ya que pueden ver lo grandioso del universo y las maravillas que hay en él.

Como pueden ver, el frío sigue siendo bastante respetable, a pesar de que ese día era el inicio de la primavera.

Para los que no conocen el Planetario Alfa, de Monterrey, les comparto unas fotos. Esta es una muestra de lo que la inversion privada puede hacer por una ciudad.

En la segunda foto se puede ver el cometa Hale Bopp pasando por el Pabellon del Universo en el Centro Cultural Alfa.